En Estados Unidos y en algunos países europeos es probable que la banca haya contribuido al desarrollo de la crisis financiera, aunque ésta encuentra sus raíces en una explosión del crédito favorecida por unas condiciones monetarias excesivamente laxas y la generación de sucesivas burbujas (vivienda, materias primas) lo que, junto con una regulación y una supervisión deficientes, ha dado cabida a la generación y distribución de un volumen extraordinario de activos tóxicos que nunca debería haberse producido. En este contexto, es posible que la banca haya contribuido a la crisis en la medida en que ha satisfecho con excesiva fluidez y sin las garantías necesarias dicha demanda de crédito.
ARIANNA VIVANCO
miércoles, 22 de julio de 2015
SALVATAJE BANCARIO EN ECUADOR (1999)
El salvataje bancario de 1999, donde hubo la mayor incautación de propiedad privada del país, al no dejar a los ciudadanos retirar su dinero de los bancos, que quedó congelado para entregárselo a partir de un año después con una sucretización licuada por la nueva moneda, el dólar.
La crisis financiera se originó en el gobierno de Sixto Durán Ballén y Alberto Dahik, los promotores del neoliberalismo en Ecuador. En 1994 crearon la Ley de Instituciones Financieras, que liberalizó las tasas de interés y permitió la libre circulación de capitales y el aumento de los créditos vinculados, que proliferaron sin control. Eso generó especulación, fuga de capitales y quiebra de bancos. A lo cual se sumaron otros factores: el fenómeno de El Niño, la crisis financiera internacional y el desplome del precio del petróleo (US$6.30 por barril). Sin embargo, las políticas de Mahuad agudizaron aún más la crisis. El 8 de marzo de 1999, se declaró un <<feriado bancario>> de 24 horas, que finalmente duró 5 días. Todas las operaciones financieras estaban suspendidas. Mientras tanto, Mahuad decretó un <<congelamiento de depósitos>> por 1 año, de las cuentas de más de 2 millones de sucres. Esa injusticia tuvo consecuencias nefastas. Aun así los bancos “quebraron” y el Estado asumió los costos, transmitiéndolos a la población a través de diversos mecanismos, entre ellos, la reducción del gasto social y la elevación del costo de los servicios.
Las consecuencias fueron terribles: inflación, devaluación, recesión, quiebra de empresas, desempleo, mayor pobreza e indigencia, muertes, suicidios y la mayor ola migratoria de la historia del país. Las pérdidas económicas ascendieron a 8000 millones de dólares y las pérdidas sociales fueron mayores. Perdimos hasta la moneda, pues en enero del 2000 adoptamos la dolarización a una paridad de 25.000 sucres por dólar. Por lo cual, quienes tenían ahorros <<congelados>> en sucres, recuperaron sólo una quinta parte. La crisis nos golpeó a todos, sin embargo, han pasado 12 años y aún no se ha recuperado todo el dinero ni se ha sancionado a los responsables.
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